25.10.12

Primo Levi.


Regreso a Auschwitz. Entrevista (inédita) a Primo Levi

por Marco Belpoliti (transcripción)
Letras Libres nº 48, septiembre 2005

Primo Levi regresó a Auschwitz, donde estuvo internado de febrero de 1944 hasta la liberación del campo en enero de 1945, dos veces en su vida: en 1965 y en 1982. En la segunda oportunidad lo hizo acompañado por un grupo de estudiantes y profesores de instituto, representantes de la comunidad judía y cargos electos de la provincia de Florencia, organizadora de la visita. También viajó con él un equipo de la rai , dirigido por Emanuele Ascarelli y Daniel Toaff.
El texto de la entrevista, realizada ante las cámaras en junio de 1982, había permanecido inédito hasta su transcripción por Marco Belpoliti y su edición en 1998 en un volumen colectivo a cargo de Francesco Monicelli y Carlo Saletti. Forma parte Primo Levi Info rme sobre Auschwitz . Presentación de Philippe Mesnard, que Reverso Ediciones publicará en octubre de 2005.
Ya estamos aquí. ¿Qué efecto le produce volver a ver estos parajes?
Todo es diferente, han pasado más de cuarenta años. Polonia salía entonces de cinco años de una guerra espantosa, era el país de Europa que probablemente había sufrido más por culpa de la guerra, que tenía el mayor número de víctimas, no sólo judíos. Además, en estos últimos cuarenta años el mundo se ha renovado en todas partes. Yo atravesé estos campos invernales y la diferencia es total, porque el invierno polaco era, y sigue siendo, un invierno rudo, no como el invierno al que estamos acostumbrados en Italia. Aquí la nieve se mantiene durante tres, cuatro meses, y nosotros no podíamos, éramos incapaces de resistir el invierno polaco, como prisioneros o después. Yo recorrí estos campos como un ser a la deriva, como una persona desesperada y perdida, en busca de un baricentro, de cualquiera que fuera capaz de acogerme. Era verdaderamente la desolación hecha paisaje.
Estos rieles y los trenes de mercancías que vemos pasar, ¿qué siente al verlos?
Pues resulta que precisamente los trenes de mercancía son el desencadenante, lo que me causa mayor impresión, porque aún hoy cuando veo un vagón de mercancías, y aún más si subo a uno de ellos, me produce una violenta impresión, los recuerdos regresan, en fin, mucho más que al volver a ver paisajes y lugares, incluso Auschwitz. Haber viajado cinco días seguidos en un vagón de mercancías sellado es una experiencia que no se olvida.
Fuente: Letras Libres