5.6.14

Capítulo 10
J.P.MORGAN LE DA UNA PEQUEÑA AYUDA AL OTRO BANDO

Yo no me sentaría a almorzar con Morgan – excepto, posiblemente, para conocer algo de sus motivos y actitudes.
William E.Dodd, Diario del Embajador Dodd, 1933-1938

Hasta aquí nuestra historia ha girado alrededor de una única casa financiera principal – la Guaranty Trust Company, el mayor trust en los EE.UU., controlado por la firma J.P.Morgan. La Guaranty Trust usó a Olof Aschberg, el banquero bolchevique, como intermediario antes y después de la revolución. La Guaranty fue un sostén de Ludwig Martens y su Oficina Soviética, los primeros representantes soviéticos en los EE.UU. Y a mediados de 1920 la Guaranty Trust fue el agente fiscal soviético en los EE.UU.; los primeros embarques de oro a los EE.UU. también son rastreables hasta la Guaranty Trust.
Hay una sorprendente contracara a esta actividad pro-bolchevique: la Guaranty Trust fue la fundadora de la United Americans, una organización virulentamente antisoviética que ruidosamente anunciaba una invasión roja para 1922, denunciaba que había 20 millones de dólares de fondos soviéticos en camino para financiar la revolución roja, y predecía que habría pánico en las calles y hambrunas masivas en la ciudad de Nueva York. Esta duplicidad hace surgir, por supuesto, serias dudas en cuanto a las intenciones de la Guaranty Trust y sus directores. El negociar con los soviéticos y hasta apoyarlos puede ser explicado por codicia apolítica o simples motivos gananciales. Por el otro lado, la difusión de propaganda destinada a crear el miedo y el pánico mientras que, al mismo tiempo, se fomentaban las condiciones que creaban ese miedo y ese pánico; eso crea un problema considerablemente más serio. Sugiere una tremenda perversión moral. Echemos primero una mirada más de cerca a los United Americans anticomunistas.

AMERICANOS UNIDOS ALINEADOS PARA LUCHAR CONTRA EL COMUNISMO
La organización United Americans (Norte-Americanos Unidos) {[1]}se fundó en 1920. Estaba limitada a ciudadanos norteamericanos y planificada para 5 millones de miembros “cuyo único propósito sería el de combatir las enseñanzas de los socialistas, comunistas, I.W.W., organizaciones rusas y asociaciones agrarias radicalizadas.”
En otras palabras, la United Americans estaba para luchar contra todas las instituciones y grupos de los que se creía que eran anticapitalistas.
Los funcionarios de la organización preliminar establecida para constituir la United Americans fueron Allen Walker de la Guaranty Trust Company; Daniel Willard, presidente de Baltimore & Ohio Railroad; H. H. Westinghouse, de la Westinghouse Air Brake Company; y Otto H. Kahn, de Kuhn, Loeb & Company y de la American International Corporation. Estos personajes de Wall Street contaron con el apoyo de un variado grupo de autoridades universitarias y de Newton W. Gilbert (ex-gobernador de la Filipinas). Obviamente, la United Americans fue, a primera vista, exactamente la clase de organización que se suponía podrían financiar e integrar los capitalistas del establishment. Su constitución no debió producir ninguna sorpresa.
Pero, por el otro lado, como acabamos de ver, estos financistas también estaban profundamente involucrados en apoyar al nuevo régimen soviético en Rusia – si bien este apoyo se efectuaba detrás del escenario y sólo quedaba registrado en archivos gubernamentales que no se harían públicos por 50 años. Como miembros de la United Americans, Walker, Willard, Westinghouse y Kahn estaban haciendo un doble juego. Otto H. Kahn, uno de los fundadores de esa organización anticomunista, fue mencionado por el socialista británico J. H. Thomas como alguien que tenía "el rostro vuelto hacia la luz." Kahn escribió el prefacio para el libro de Thomas. En 1924 Kahn habló ante la League for Industrial Democracy (Liga por la Democracia Industrial) y profesó objetivos en común con este grupo de activistas socialistas. La empresa ferroviaria Baltimore & Ohio Railroad (la empleadora de Willard) estuvo activa en el desarrollo de Rusia durante los años 1920. La Westinghouse en 1920 – el año en que se fundó la United Americans – se encontraba operando una planta en Rusia que había sido exceptuada de la nacionalización. Y el papel de la Guaraty Trust ya ha sido descripto en detalle.

UNITED AMERICANS DESCUBRE “ASOMBROSAS REVELACIONES” SOBRE LOS ROJOS
En Marzo de 1920 el New York Times publicaba en forma destacada una extensa historia de terror sobre la invasión Roja de los EE.UU. en el término de dos años; invasión que sería financiada por $20 millones de fondos soviéticos “obtenidos del asesinato y del robo de la nobleza rusa.” {[2]}
Tal como se reveló, la United Americans había hecho una investigación sobre las “actividades de los radicales” en los EE.UU., en su condición de organización formada para “preservar la Constitución de los Estados Unidos, la forma representativa de gobierno y el derecho a la propiedad individual prevista en la Constitución”.
Más allá de ello, se decía que la investigación tenía el apoyo del comité ejecutivo, “incluyendo a Otto H. Kahn, Allen Walker de la Guaranty Trust Company, Daniel Willard” y otros. La nota afirmaba que
los líderes radicales confían en hacer una revolución dentro de dos años, que el inicio tendría lugar en la ciudad de Nueva York con una huelga general, que los líderes rojos predecían un gran baño de sangre y que el gobierno soviético ruso había contribuido con 20 millones de dólares al movimiento radical norteamericano.
Los embarques de oro a la Guaranty Trust a mediados de 1920 (540 cajas de tres “puds” cada una  [1 pud = 16.4 Kg.]) tenían un valor aproximado de 15 millones de dólares (a u$s 20 la onza troy). Con los otros embarques realizados a través de Robert Dollar y Olof Aschberg, el total ascendía a muy cerca de los 20 millones. La información concerniente al oro soviético para el movimiento radical se calificaba de “completamente confiable” y “le estaba siendo transmitida al gobierno”.  Se afirmaba que los rojos planeaban dominar a Nueva York por hambre en cuatro días:
En el interín, los rojos cuentan con que un pánico financiero desatado dentro de las siguientes semanas ayudará a promover su causa. Un pánico causaría angustia entre los trabajadores y los volvería más permeables a la doctrina revolucionaria.
El informe de la United Americans exageraba gruesamente el número de radicales en los EE.UU., lanzando al principio cifras del orden de los dos a cinco millones y finalmente manteniéndose en exactamente 3.465.000 miembros distribuidos en cuatro organizaciones radicales. El informe finalizaba subrayando la posibilidad de derramamientos de sangre y citaba a “Skaczewski, presidente de la International Publishing Association – es decir: el Partido Comunista  – (quien) alardea con que pronto vendrá el tiempo en que los comunistas destruirán completamente la actual forma de la sociedad.”
En resumen, la United Americans publicó un informe que, sin ofrecer pruebas, estaba diseñado a producir el pánico en el ciudadano común. Lo significativo, por supuesto, es que este grupo era el mismo que se había hecho responsable por proteger, subsidiar y hasta asistir a los soviéticos en la realización de dichos planes.

CONCLUSIONES EN CUANTO A LA UNITED AMERICANS
¿Es éste un caso en el que la mano derecha no sabía lo que estaba haciendo la mano izquierda? Probablemente no. Estamos hablando de titulares de compañías, y de compañías eminentemente exitosas si vamos al caso. De modo que la United Americans fue probablemente una artimaña para desviar la atención del público – y del gobierno – de los esfuerzos subterráneos que se estaban haciendo para ingresar al mercado ruso.
La United Americans es el único ejemplo documentado conocido por este autor de una organización que asistió al régimen soviético y que, al mismo tiempo, se ubicó al frente de la oposición a los soviéticos. Y esto no es, de ninguna manera, un curso de acción inconsistente y una investigación posterior deberá concentrarse en al menos los siguientes aspectos:

a)     ¿Existen otros ejemplos de doble discurso por parte de los grupos influyentes generalmente conocidos como “el establishment”?

b)    ¿Pueden estos ejemplos ser extendidos hacia otras áreas? Por ejemplo, ¿ hay ejemplos de conflictos laborales que hayan sido instigados por estos grupos?

c)     ¿Cuál es el propósito último de estas tácticas de “movimiento de pinzas”? ¿Pueden ser relacionadas con el axioma marxista de que tesis y antítesis generan una síntesis? Si realmente se acepta esta dialéctica, constituye un enigma el por qué el movimiento marxista habría de atacar frontalmente al capitalismo si su objetivo es un mundo comunista. Porque si el objetivo es un mundo comunista – vale decir: si el comunismo es la síntesis deseada – y el capitalismo es la tesis, entonces la síntesis tiene que ser algo distinto del comunismo y del capitalismo. ¿Podría, por lo tanto, el capitalismo ser la tesis y el comunismo la antítesis, con el objetivo de que los grupos revolucionarios y sus colaboradores constituyan una síntesis de estos dos sistemas para instaurar un sistema aún no definido?

MORGAN Y ROCKEFELLER AYUDAN A KOLCHAK
Almirante Aleksandr Kolchak
Al mismo tiempo en que tenían lugar estos esfuerzos para ayudar a la Oficina Soviética y a la United Americans, la firma J.P.Morgan, que controlaba a la Guaranty Trust, estaba suministrando ayuda financiera en Siberia a uno de los principales oponentes de los bolcheviques: el almirante Aleksandr Kolchak. El 23 de Junio de 1919, el congresal Mason presentó la Resolución del Congreso 132 instruyendo al Departamento de Estado “a realizar una investigación en cuanto a la veracidad total o parcial... de los informes de prensa” que denunciaban que los tenedores rusos de bonos habían utilizado sus influencias para producir “la retención de las tropas norteamericanas en Rusia” a fin de garantizar la continuidad de los pagos de los intereses sobre los bonos rusos. De acuerdo con un memorandum en archivo, producido por Basil Miles, un asociado de William F. Sands, el congresal Mason denunciaba que ciertos bancos estaban tratando de asegurarse el reconocimiento del almirante Kolchak en Siberia a fin de obtener pagos relacionados con anteriores bonos rusos.
Luego, en Agosto de 1919, el Secretario de Estado Robert Lansing recibió una carta del National City Bank of New York – perteneciente a la órbita de Rockefeller – solicitando el punto de vista oficial sobre un propuesto préstamo de u$s 5 millones al almirante Kolchak; a lo cual se agrega otra carta de J.P.Morgan & Co. Y otros banqueros solicitando el punto de vista del departamento en cuando a un préstamo adicional de 10 millones de libras esterlinas a Kolchak por parte de un consorcio de banqueros británicos y norteamericanos. {[3]}
Lansing le informó a los banqueros que los EE.UU. no habían reconocido a Kolchak y, si bien estaba dispuesto a darle ayuda, “el Departamento no considera que puede asumir la responsabilidad de promover tales negociaciones pero, no obstante, parece no existir objeción al préstamo siempre y cuando los banqueros consideren aconsejable el otorgarlo.” {[4]}
Posteriormente, el 30 de Septiembre, Lansing le informó al cónsul general norteamericano en Omsk que “en el interín, el préstamo se efectuó con un curso normal.” {[5]}Un 40% fue tomado por los británicos y el 60% restante por bancos norteamericanos. Dos terceras partes del total habrían de ser gastadas en Gran Bretaña y los EE.UU. y un tercio en dónde el gobierno de Kolchak dispusiese. El préstamo quedó garantizado por oro ruso (de Kolchak) que fue embarcado hacia San Francisco. Las fechas involucradas sugieren que los embarques de oro que hemos visto anteriormente tuvieron lugar como secuela de este acuerdo con Kolchak.
Las ventas de oro soviético y el préstamo a Kolchak también sugieren que la afirmación de Carroll Quigley, en cuanto a que los intereses de Morgan infiltraron la izquierda local, también se aplican a los movimientos revolucionarios y también a los movimientos contrarrevolucionarios del exterior de los EE.UU. El verano de 1919 fue una época de reveses militares para los soviéticos en Crimea y Ucrania; y este cuadro amenazador puede haber inducido a los banqueros británicos y norteamericanos a reparar un poco el vallado de las fuerzas antibolcheviques. La motivación obvia para esto sería la posibilidad de hacer pie en todos los campos y quedar en posición favorable para negociar concesiones y negocios después de que, ya sea la revolución o la contrarrevolución, hubiesen tenido éxito y se hubiese estabilizado un nuevo gobierno. Desde el momento en que el resultado de un conflicto no puede ser previsto en sus comienzos, la idea es apostarle a todos los caballos de la carrera revolucionaria. De este modo, se brindó asistencia a los soviéticos por un lado y a Kolchak por el otro – mientras el gobierno británico apoyaba a Denikin en Ucrania y el gobierno francés iba en ayuda de los polacos.
En otoño de 1919 el diario berlinés Berliner Zeitung am Mittag (8 y 9 de Ocubre) acusaba a la firma Morgan de financiar al gobierno de Rusia Occidental y a las fuerzas ruso-germanas en el Báltico, en lucha contra los bolcheviques – ambos aliados de Kolchak. La firma Morgan negó vigorosamente los cargos: “Esta firma no ha tenido en momento alguno discusiones ni reuniones con el gobierno de Rusia Occidental, ni con nadie pretendiendo representarlo.” {[6]} Pero, sin bien la acusación de financiamiento era incorrecta, existe evidencia de colaboración. Hay documentos hallados por los servicios de inteligencia del gobierno de Lituania entre los papeles del coronel Bermondt, comandante del Ejéricto Occidental de Voluntarios, que confirman “las relaciones que se afirman que existen entre el agente de Kolchak en Londres y el círculo industrial alemán que era el soporte de Bermondt.” {[7]}
En otras palabras, sabemos que banqueros de J.P.Morgan, Londres y Nueva York financiaron a Kolchak. También existen pruebas que conectan a Kolchak y a su ejército con otros ejércitos antibolcheviques. Y hay escasas dudas en cuanto a que círculos industriales y bancarios alemanes estaban financiando al ejército nacionalista ruso y antibolchevique en el Báltico. Es obvio que los fondos de los banqueros no tienen ninguna bandera nacional.

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[1] )- New York Times, 21 de Junio de 1919
[2] )- Ibid., 28 de Marzo de 1920
[3] )- Departamento de Estado de los EE.UU.. Decimal File, 861.51/649
[4] )- Ibid., 861.51/675
[5] )- Ibid., 861.51/656
[6] )- Ibid., 861.51/767 — carta de J. P. Morgan al Departamento de Estado, 11 de November de 1919. La financiación en si misma era ficticia. (Ver el informe de la AP en los archivos del Departamento de Estado que se encuentran después de la carta de Morgan).
[7] )- Ibid., 861.51/6172 y /6361
La Editorial
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Antony Sutton -Wall Street y los Bolcheviques