28.11.10

Generación H

Mayo 68, Francia



Primavera de Praga. (Extractado de Historia de S. XX de E. Hobsbawm, pp. 398-9 ).
No fue ese el caso de Checoslovaquia, políticamente inerte desde las despiadadas purgas de principios de los años cincuenta, pero que emprendió una cautelosa tentativa de desestalinización. Por dos razones distintas, el proceso fue cada vez a más durante la segunda mitad de los años sesenta. Los eslovacos (incluyendo el sector eslovaco del Partido Comunista), que nunca se habían sentido del todo a gusto en el estado binacional, apoyaron la oposición potencial dentro del partido. No es una coincidencia que el hombre elegido
como secretario general en un golpe en el seno del partido fuese eslovaco, Alexander Dubcek.
No obstante, sin que guardasen relación con estos hechos, las presiones en favor de la reforma de la economía y de la introducción de cierta medida de racionalidad y flexibilidad en el sistema de planificación soviético se hicieron cada vez más difíciles de resistir en los años sesenta. Como veremos, estas presiones se dieron en todo el bloque comunista. La descentralización económica, que no era en sí misma potencialmente explosiva, pasó a serlo al combinarse con la exigencia de una liberalización intelectual y, más aún, política. En Checoslovaquia, esta demanda era aún más fuerte, no sólo porque el estalinismo había sido brutal y duradero, sino también porque muchísimos de sus comunistas, sobre todo los intelectuales, surgidos de un partido con auténtico apoyo popular antes y después de la ocupación nazi, estaban profundamente dolidos por el contraste entre las esperanzas comunistas que todavía albergaban y la realidad del régimen. Como tantas veces en la Europa ocupada por los nazis, donde el partido se convirtió en el corazón del movimiento de resistencia, atrajo a jóvenes idealistas cuyo compromiso en aquellos momentos era garantía de altruismo. ¿Qué otra cosa sino esperanza y posiblemente tortura y la muerte podía esperar alguien que, como un amigo del autor, se unió al partido en Praga en 1941? Como siempre —algo inevitable, dada la estructura de los estados comunistas— la reforma vino de arriba, es decir, del interior del partido. La «primavera de Praga» de 1968, precedida y acompañada por un fermento y una agitación político-culturales, coincidió con el estallido mundial de radicalismo estudiantil que hemos analizado en otra sección (véase el capítulo 10): uno de los raros movimientos que cruzaron los océanos y las fronteras de los sistemas sociales, y que produjo movimientos sociales simultáneos, de base estudiantil en su mayoría, desde California y México hasta Polonia y Yugoslavia.
El «programa de actuación» del Partido Comunista checoslovaco puede que hubiese sido aceptable —o no— para los soviéticos, aunque llevaba la dictadura de un solo partido peligrosamente cerca de la democracia multipartidista. Sin embargo, la cohesión, y tal vez la existencia misma del bloque soviético de la Europa del Este parecían estar en juego, al revelar y aumentar la «primavera de Praga» las grietas que existían en su seno. Por un lado, los regímenes de línea dura y sin apoyo popular, como los de Polonia y Alemania del Este, temían que la situación interna de sus países se desestabilizara siguiendo el ejemplo checo, que criticaron duramente; por otro lado, los checos recibieron el apoyo entusiasta de la mayoría de los partidos comunistas europeos, de los reformistas húngaros y, desde fuera del bloque, del régimen comunista independiente de Tito en Yugoslavia, además del de Rumania, que, desde 1965, había empezado a marcar distancias con Moscú por cuestiones de nacionalismo bajo la dirección de un nuevo líder, Nicolae Ceaucescu (1918-1989). (En política interna, Ceaucescu era cualquier cosa menos reformista.)
Tanto Tito como Ceaucescu visitaron Praga, y el público les dio una bienvenida de héroes. Por eso Moscú, aunque no sin divisiones ni dudas, decidió derrocar el régimen de Praga por la fuerza de las armas. Este hecho demostró ser el fin del movimiento comunista internacional con centro en Moscú, que ya se había resquebrajado con la crisis de 1956. Sin embargo, esto mantuvo unido al bloque soviético durante veinte años más, aunque a partir de entonces sólo por la amenaza de una intervención militar soviética. En los últimos veinte años del bloque soviético, incluso los dirigentes de los partidos comunistas en el poder parecen haber perdido toda fe en lo que hacían. Mientras tanto, y con independencia absoluta de la política, la necesidad de reformar o cambiar el sistema de economía dirigida de tipo soviético se fue haciendo cada vez más urgente. Por un lado, las economías desarrolladas no socialistas crecían y prosperaban como nunca (véase el capítulo 9), aumentando la ya considerable diferencia entre ambos sistemas, algo que resultaba especialmente visible en Alemania, donde los dos convivían en partes distintas del mismo país. Por otro lado, el ritmo de crecimiento de las economías socialistas, que había superado al de las economías occidentales hasta la segunda mitad de los años cincuenta, empezó a flojear a ojos vista.
El PNB soviético, que había crecido a un ritmo anual del 5,7 por 100 en los años cincuenta (casi tanto como en los doce primeros años de industrialización, 1928-1940), bajó al 5,2 por 100 en los años sesenta, al 3,7 por 100 en la primera mitad de los setenta, al 2,6 por 100 en la segunda mitad de la década y al 2 por 100 en los cinco años anteriores a Gorbachov (1980-1985) (Ofer, 1987, p. 1.778). La situación de la Europa del Este era parecida. En los años sesenta se hicieron intentos por flexibilizar el sistema, esencialmente mediante la descentralización, en la práctica totalidad del bloque soviético, y también en la URSS en la época del primer ministro Kosiguin, en los años sesenta. Con excepción de las reformas húngaras, las demás no tuvieron éxito apreciable y, en varios casos, apenas llegaron a arrancar o (como en Checoslovaquia) no fueron autorizadas por razones políticas. Un miembro algo excéntrico de la familia de sistemas socialistas, Yugoslavia, no alcanzó mucho más éxito cuando, por hostilidad hacia el estalinismo, sustituyó la economía de planificación centralizada por un sistema de empresas cooperativas autónomas. Con la entrada de la economía mundial en un nuevo período de incertidumbre, en los años setenta, nadie en el Este o en Occidente esperaba ya que las economías del «socialismo real» alcanzaran o adelantaran, ni siquiera que llegasen a seguir el ritmo, de las no socialistas. Sin embargo, aunque fuera más problemático que antes, su futuro no parecía causar
preocupación inmediata. Esa situación pronto cambiaría

México 68.













Cordobazo. Rodolfo Walsh: "Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores del poder, ni de cómplices participacionistas. El saldo de la batalla de Córdoba, "El Cordobazo", es trágico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás".

Rosariazo. En mayo de 1969 se producen movimientos en Tucumán, ex trabajadores del ingenio Amalia ocupan el establecimiento y toman como rehén por unas horas al director-gerente; en Corrientes, tras el anuncio del aumento del 500%, del vale del Comedor Universitario, estudiantes repudian con una marcha, la medida del rector , la represión policial produjo la muerte del estudiante Juan J.Cabral. El 16 de mayo en Rosario, se produjo el repudio en la Facultad de Medicina, luego se suman otras facultades, así comienza el proceso del rosariazo.

Movimiento por los derechos civiles.
Para este tema ver RACISMO.

El movimiento por la defensa de los derechos civiles en Estados Unidos comenzó en diciembre de 1955, cuando una mujer negra llamada Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un hombre blanco en un autobus de Alabama. Fue arrestada y empezaron las movilizaciones.
La primera acción fue boicotear a los autobuses de la ciudad de Montgomery durante casi un año: no se utilizaron autobuses por parte de la comunidad afroamericana, la cual tenía como líder al pastor Martín Luther King Jr. y
terminó cuando el Tribunal de la Suprema Corte norteamericana decretó ilegal la segregación de los autobuses de la ciudad.

El 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado en Memphis, Tennessee.

Es famoso su discurso titulado "I have a dream". Veánlo en "Racismo" en este blog.

Angela Davis
Profesora estadounidense de filosofía de la Universidad de California en Santa Cruz, alumna de Herbert Marcuse, Estados Unidos. En 1969 la expulsaron de la Universidad de California por descubrirse que era afiliada al partido comunista. Estuvo relacionada con las Panteras Negras. Fue acusada de asesinato y secuestro en 1972. Este caso alcanzó repercusión mundial, lo que impidió su condena. La absolvieron hacia 1973. Se interesó por las condiciones en las cárceles. Defendió a Jorge Jackson y W.L. Nolen, dos afroamericanos que establecieron una sucursal de las Panteras Negras en la prisión Soledad en California. El 13 de enero de 1970, Nolan y otros dos prisioneros negros fueron asesinados por uno de los carceleros y Jackson fue ametrallado el 21 de agosto de 1971, en el patio de la prisión de San Quintín. Llevaba una pistola automática 9mm por intento de fuga. Davis fue acusada de haberle entregado el arma a Jackson.

Las Panteras Negras, mencionadas más arriba, surgen como un partido con miembros de origen afroamericano, fundado por Huey P. Newton y Bobby Seale en California. Organizado en octubre de 1966 como Partido Pantera Negra (Black Panther Party). Reconocen la influencia
de Malcolm X y del psiquiatra martinico Frantz Fanon, autor del libro “Los condenados de la Tierra”, 1965.


Ver más imágenes de los Panteras Negras

Ver también Racismo, donde hay más detalle sobre Rose Parks, los Black Panters y sus principios y otros.



Generación Beat.